miércoles, 17 de septiembre de 2008

Chrome: el navegador de Google comparado con Firefox y Explorer




Con la llegada de Chrome el usuario final tiene una opción más para elegir entre el amplio abanico de programas para navegar por la Web. Aunque por tradición, pereza o falta de conocimientos los usuarios prefieran el navegador que lleva instalado su sistema operativo (Explorer en Windows, Safari en Mac OS X, Firefox y otros en Linux) desde hace tiempo es habitual instalar alternativas, probarlas y «cambiarse» de navegador al que más convenga.

Es muy fácil instalar Chrome para compararlo con los demás porque permite conservar los datos ya existentes de otros navegadores, por ejemplo los enlaces favoritos. Varios navegadores pueden convivir en la misma máquina sin problemas.

La barra llamada “Omnibox” sirve para teclear las direcciones de las páginas web, buscar palabras o revisar las webs visitadas

Google ha apostado por la simplicidad y el redimiento al crear su navegador. La interfaz es asolutamente minimalista e incluso resulta un poco extraña: no hay un menú tradicional y hasta la barra de navegación es única. Llamada Omnibox, sirve para todo: teclear las direcciones de las páginas web, buscar palabras o revisar las webs visitadas. En cuanto a la velocidad, incorpora el motor gráfico WebKit, considerado el más rápido, y también V8, una versión especial de JavaScript que es tremendamente veloz. En las pruebas la carga de páginas web convencionales es rápida, pero los servicios y aplicaciones web modernos, muchos de la propia Google (GMail, Google Reader, Google Maps y similares) se benefician enormemente.

Gears: uno de los secretos de Chrome – Entre las funciones que incorpora el nuevo navegador está el software Gears, que sirve para trabajar de forma remota, sin conexión, con las aplicaciones de Google como Gmail, Google Reader y otras, algo que es cada vez más útil para quienes usan esos servicios.


Uno del los apectos más novedosos y aclamados de Chrome es su robustez. Cada «pestaña» del navegador, lugares donde se pueden abrir diversas páginas web, es lo que se conoce como «un proceso independiente». Si una de las ventanas falla, eso no afecta al resto, ni al navegador principal: basta anularla y seguir trabajando. Al mismo tiempo esto evita ciertos problemas de seguridad.



Como empresa cuya principal fuente de ingresos es la publicidad hay quien cree que Google podría utilizar su nuevo navegador para recopilar más datos personales de los que los usuarios desearían ofrecer. La respuesta de Google ha sido la transparencia: su programa es de código abierto, de modo que cualquiera puede examinarlo y entender cómo funciona por dentro. Los programadores ya lo están examinando, y sin duda informarían sobre cualquier posible acercamiento al «lado oscuro» si la compañía cayera en esa tentación.

Alabanzas hacia Chrome – Miguel de Icaza, desarrollador de software libre más conocido por los proyectos GNOME y MONO, está enamorado de cómo está programado: «El código de Chrome es bello, elegante, sucinto, muy en el espíritu de Kernighan y Ritchie». La web del proyecto, para programadores, se llama Chromium.

Comprativa de características

En la comparativa se han incluido los datos del nuevo Chrome de Google frente a las últimas versiones de los dos navegadores web más populares: Internet Explorer y Firefox (tanto Google como Explorer 8 están todavía en beta). Otros navegadores multiplataforma como Safari, Opera o Konqueror son alternativas menos populares, aunque también cuentan con usuarios fieles. Aunque todos hacen más o menos lo mismo, cada cual tiene sus pequeñas ventajas e inconvenientes. Hemos querido resaltar las principales diferencias, pues muchas de las funciones básicas son prácticamente iguales.







Chrome

Lo mejor:




Es muy rápido y consume poca memoria. Las páginas web cargan más deprisa y se pueden abrir muchas pestañas a la vez, sin que se agote la memoria del ordenador.
Interfaz simple y minimalista. Tras arrancarlo aparece una ventana y ya se puede navegar. Todo lo superfluo se ha eliminado, de modo que hasta los principiantes lo encontrarán fácil de usar.
Robusto y seguro. Se pueden hacer varias cosas a la vez, y si una página web «se rompe» no afecta a otras ventanas o pestañas, que continuan funcionando de forma independiente.




Lo peor:

Posibles incompatibilidades debido a que es muy nuevo. Algunas páginas web antiguas pueden no verse correctamente con Chrome, hasta que sus propietarios las arreglen o rediseñen un poco.
Interfaz «extraña» poco convencional. Su aspecto minimalista puede inducir a la confusión, especialmente entre quienes están acostumbrados a lo tradicional y no quieran innovaciones.
Carencia de extensiones. En esta primera versión, Google Grome no se puede ampliar mediante módulos, es algo que históricamente ha permitido hacer más versátiles a todos los navegadores. Al menos los plug-ins básicos como Flash, QuickTime, Java y Acrobat sí funcionan



Firefox




Lo mejor:

Gran cantidad de extensiones y plug-ins. Son pequeños programas que amplian las funciones del navegador, desarrollados por programadores independientes. Literalmente hay cientos y permiten tener un «Firefox a medida».
Cumple sobradamente los estándares Web. Es uno de los navegadores más respetuosos con las «reglas de la Web», los lenguajes en que están escritas las páginas de Internet.
Multiplataforma, sirve para cualquier sistema operativo. Las personas que utilizan diversos tipos de ordenadores pueden emplear el mismo navegador en todos ellos.


Lo peor:

Consume demasiada memoria. Si al navegar se abren muchas pestañas o ventanas el rendimiento cae en picado; es un problema pendiente de solucionar en próximas versiones.
Rendimiento y estabilidad. Incluso las versiones «finales» adolecen de cierta inestabilidad que provoca cuelgues y estropicios al visitar ciertos sitios web o forzar un poco su funcionamiento.
Vulnerabilidades, que son rápidamente corregidas. Aunque se descubren a menudo fallos de seguridad, a las 24 horas suele publicarse un parche para resolver el problema.




Internet Explorer



Lo mejor:

Es el más difundido, todas las webs funcionan correctamente con él. Su privilegiada posición en el mercado durante años ha hecho que cualquier página web se compruebe siempre para su funcionamiento en Explorer, porque es el que usa la mayor parte de los visitantes.
Integración con Windows. Está en la propia naturaleza de Explorer ser parte de la experiencia del usuario en cualquier momento, de modo que muchas aplicaciones Windows utilizan partes del navegador para funcionar, creando una experiencia suave y uniforme.
Extensiones, componentes ActiveX. Los programadores pueden añadir funciones a Explorer para realizar diversas tareas especializadas, haciéndolo así más versátil.


Lo peor:

Vulnerabilidades, que tardan en corregirse. Los constantes agujeros de seguridad de Explorer son ya una tradición, y como promedio tardan unos nueve días en ser corregidos mediante una revisión o parche.
Pobre gestión de los estándares Web. Tradicionalmente Microsoft ha «reinventado» los estándares a su conveniencia, de modo que quienes crean las páginas web han de tratar a Explorer como un si fuera «caso especial», toda una pérdida de tiempo y recursos.
Ciclo de versiones y revisiones lento. Antiguamente considerado una ventaja, hoy en día no se entiende que entre versión y versión de un programa de este tipo transcurran en ocasiones varios años. Esto ha mejorado algo en Explorer 7 y 8.

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